El cine, of course, como núcleo y corteza.

Una revisión heterogénea, un atisbo desigual, un recóndito dictamen, una perspicaz estimación.

Cinefilia, cinefobia y cinema paradiso.

miércoles, 6 de febrero de 2013

El sacrificio


En un primer visionado no me gustó, quizá por las expectativas o tal vez porque esperaba un Batman indestructible. En un segundo visionado me apasionó, descifré que las grandes obras, múltiples y heterogéneas, merecen un reposo y una reflexión.


Obviando que en el cine todas las artes que conviven son importantes y que el guión juega un papel fundamental, la visión que imprime el director encauzando todos los elementos bajo su batuta y armonizando el conjunto es, sin duda y por si alguien aún no lo sabía, lo más importante.

Un mismo libreto audiovisualizado por dos directores diferentes resultaría en dos películas diferentes... y si no observen ustedes el “Asesinos Natos” de Oliver Stone- guión de Tarantino o el “Scarface” de Brian de Palma- guión de Oliver Stone.

Hablando de Batman no podemos descuidar la mención de uno de sus antecesores más importantes: Tim Burton y su genial, oscuro y estilizado enfoque. Oscuro y genial son dos adjetivos que también comparte Cristopher Nolan, de hecho el primero de ellos da título al film, pero el tercer adjetivo, estilizado, es justamente lo contrario a la perspectiva realista de “El Caballero Oscuro”. Estilización y realismo, dos tendencias opuestas para narrar una misma historia, dos tendencias desiguales y acertadas.

En realidad no quería hablar de todo esto, iba a centrarme en el tema de la película pero a veces te asaltan sorpresas inesperadas...
El tema. ¿Qué es el tema? Para hablar del tema antes hay que hablar de la historia y para hablar de la historia necesitaríamos varios días o muchos folios, ya sabéis: las tramas, los puntos de giro, los personajes, los diálogos, el contexto, el subtexto, el metatexto... esto último me lo he inventado.

La historia es lo que se cuenta y el tema es aquello de lo que se habla.
¿Cuál es el tema del film? Al final os lo cuento.

En soledad y sombras Bruce Wayne dedica su energía, su fuerza y su tiempo a luchar contra el crimen de Gotham City. Lucha para mejorar las cosas, para poner un poco de orden en un mundo caótico y cruel. Corrupto. Sucio. Feo. Malvado. Él es el bien y lucha contra el mal. Dedica toda su vida a tal empresa. Nadie sabe quién es. Nadie puede saber quién es, porque en tal caso le harían daño a él o a las personas de su alrededor. Nadie se lo agradece. Ningún reconocimiento, premio, sonrisa, aplauso o palmadita en la espalda. Nada. Su vida en juego cada noche para ayudar a los demás y al llegar a casa, nada. Solo su oscura soledad y nada ni nadie más. Nada.

Él es un símbolo y ese símbolo, de justicia y esperanza, está por encima de su persona; y él lo sabe. Son sus palabras.

Harvey Dent es el “Caballero Blanco” de Gotham, el fiscal incorruptible que ha detenido a decenas de criminales, pero Batman no tiene celos de él, al contrario, le aprecia por su integridad y por luchar, como él, contra “los malos”. Harvey Dent es corrompido por el mal, comete crímenes atroces y termina muriendo.
Batman asume los crímenes de Harvey Dent, para que éste quede limpio y permanezca intacta su figura y sus valores.
Ahora Batman es el malo. Ahora Batman es “El Caballero Oscuro”.


“Mueres siendo un héroe o vives lo suficiente para convertirte en un villano”.

Tema de la película: El sacrificio.